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sábado, 8 de octubre de 2011

#1.- Deje que me explique:

"El que da con una buena posada no se ha alejado mucho de su camino."
George Herbert.

Esto es una explicación de qué hago aquí o por qué aparezco, o una presentacion que nadie me ha pedido, pero por eso digo, deje que me explique.

Se me ocurre contar ahora cómo empecé en la astronomía, y procurar que no sea como casi todo el mundo, y que sea interesante, y la gente haga comentarios del tipo: WOW!, y eso. Veamos, cada vez lo tengo mas crudo. Yo, a diferencia de la Faraona o de tantos artistas, ¡cómo los envídio!, no empecé con tres añitos. Ni mi familia me tocaba las palmitas cuando yo señalaba la luna, ni nada de eso. Ni siquiera mucho tiempo despues yo sabía que me iba a gustar esto. Si me llega a haber pasado eso de chico, ríete tú de William Herschell o del mismísimo Isaac Newton.

A mí me cayó en las manos una vez un catalejo. Catalejo, no un telescopio, ni prismático binocular, un catalejo. Una maravilla hecha para cazadores, con lentes Zeiss, todavía lo tengo. Lo usé tal como había que usarlo. Miraba por aquí, ¡anda, qué cerca!, miraba por el otro lado, ¡anda, qué lejos! o sea, que no hacía falta el universo para divertirse.

Así pasó mucho, mucho tiempo.

Yo no me acuerdo bien cuándo, sí que me acuerdo dónde pero no viene al caso, bastante nos estamos extendiendo, lo usé de noche para mirar estrellas. De astronomía, ni idea, pero miraba, y la luna se veía pequeñita, pero muy nítida y con sus cráteres en línea por el terminador, y poco mas. Las estrellas eran puntitos. Muy agradables de ver, pero puntitos, que quereis que os diga. Las estrellas tengo entendido que emocionan a mucha gente, pero yo solo veo puntitos. La verdad, lo siento.

Con el catalejo en la mano la imagen temblaba mucho, lo que al poco tiempo cansaba bastante. Para eso lo amarré un día a un trípode de fotos, así, amarrado porque no tenía rosca, y apuntaba de este modo. Fue una maravilla porque seguía habiendo puntitos, pero estaban quietos.

Mi padre tenía un buscador de estrellas, de esos redondos con plástico transparente. Vale. Yo no conseguí mas que liarme. Como está claro que los puntitos se parecían mucho unos a otros, me puse a apuntar a los mas brillantes. Quería encontrar Saturno. Pues claro. Todo el mundo el día que empieza quiere ver Saturno. Yo creo que nunca lo ví hasta mucho mas tarde. Pero encontré un punto gordo. Yo estaba seguro de que era Marte. Redondo, grandote y parecía tan cerca, para mi, que Marte, seguro.

Al día siguiente leía en la enciclopedia sobre los planetas, sobre todo de Marte, pero tambien de Jupiter y Saturno que seguía con la idea fija de querer verlo. Me pareció fantástica la historia de Galileo y el descubrimiento de los satélites galileanos, todavía me acuerdo: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Si tuviera cuatro perros les pondría esos nombres. Mejor tendría tres y ninguno que se llamase Ío, pero bueno, ya estaba encaminado. Estaba aprendiendo cosas. Y todas por mí mismo. Ahora viene: wow!

En esos días yo estaba en la terraza con mi catalejo, mi trípode, viendo Marte cuando llegó una visita. - ¿Que haces? - Viendo Marte. - ¿Sí? ¿Me dejas? - Claro, mira, ¿ves cuatro estrellitas en línea? pues al lado... glub! ¡Júpiter!...

Me acuerdo perfectamente, como caía en la cuenta mientras estaba hablando, de que los cuatro puntitos estaban alineados, qué raro, tenían que ser los satélites y entonces eso no era Marte. Ya sé que es una tontería pero repito que no soy Newton ni con tres añitos yo señalaba etc, etc, etc...

Para mí fue una satisfaccion muy grande, y podría decir mas cosas, pero ahí fue cuando me enganché. Despues ya no paré hasta tener un telescopio. Claro que lo tuve. La frustración, mas grande que el telescopio. No era mas malo porque al de la tienda le tuve que dar pena. Seguro. Si no, me da otro mas malo todavía.

Aquello fue una pérdida de tiempo y de dinero muy grande. Pero creo que por ahí, salvo que alguien nos aconseje bien, que esto es muy importante, a mí por ejemplo me aconsejaron mal, pues por ahí, digo, hemos debido pasar casi todos.

Si después de los malos ratos a alguien le quedan ganas de repetir de nuevo, entonces no hay duda, caigase del guindo. Es usted un aficionado.

Pero bueno, siendo malo y todo aquel telescopio, con aquello se veía la luna mejor. Aprendías la importancia de una buena montura, ves el cielo dando vueltas, conseguí ver por fin Saturno y si Jupiter estaba fuera, hacía dibujos de cómo se movían los satelites. De cielo profundo, nada. Y si algo no lo encontraba con la vista, seguro que no lo encontraba tampoco con el telescopio. Horas y horas, con frío, con calor, a montarlo todo, a guardarlo dentro otra vez... si eso no es afición, entonces, ¿qué?

Viendolo desde ahora, yo creo que hacía astronomía de día, mas que de noche. De noche era siempre algún fracaso pero de día, leía y me iba enterando de las cosas, no tenía entonces internet. Yo creo que nadie tenía en aquella época. Aprender era estupendo, y por la noche, esta noche sí, esta noche lo consigo, esta noche... barrigazo. Necesito otro telescopio. Lo reconozco porque ya estoy harto.

Despues de esto vino un Meade ETX 90, un Maksutov-Cassegrain pequeñito, el primero que tuve con motor de seguimiento en ascension recta. Seguia haciendo difícil la localización de objetos, pero espabilas para dominar el "star hopping" y te entretienes. Pequeños logros dan grandes satisfacciones, y te vas enganchando. Sobre todo, se aprende si uno persevera. Aun lo tengo y con un filtro solar de Thousand Oaks me da buenas imagenes del sol. Con este ví el tránsito de venus del 2004 y espero ver tambien el de Junio de 2012.

A este le siguieron un Meade LX50 Schmidt Cassegrain de 10" f/10, con dos metros de distancia focal y una  montura de horquilla con motores en los dos ejes y GOTO que nunca funcionó bien. Al final lo saqué de la montura y compré una Losmandy G11 con equipo estandar, a la que luego puse motores y electronica Gemini II, que funciona perfectamente, ¡no debería decir esto!, porque ahora es cuando se rompe.


Luego un buscador de 80mm Bresser, que va como un fenómeno, y por último, un poco cansado de espejos y de distancias focales largas, un refractor Alstar de 154mm. De lo mas barato que encontré para un refractor de este diámetro, pero estoy encantado, ahora el reflector lleva un tiempo de permiso y uso exclusivamente el refractor con CCD como espero contar mas adelante, y el buscador con la cámara guia.

Esta es la historia de la montura y la óptica. Al SCT de 10'' le puse una cámara Starlight Xpress mx512, con un chip tan pequeñito que me daba un campo de 5 x 6`7 minutos. Un desastre.

Al final, una buena combinacion resultó ser esta cámara montada en el Bresser 80, y éste en el lomo del SCT, con lo que empecé a hacer fotometría. No era un gran equipo para eso, pero conseguí empezar a aprender lo complicado de este proceso. Con una CCD de 12 bits y sin filtros, lo de menos era que el tubo fuese de 80 mm, pero poco a poco iba consiguiendo cositas, incluso una curva de luz completa de IR Cas, que enseñaba a todo el mundo, pero como tengo muy buenos amigos, ninguno me mandó a la porra por pesado.

Ahora tengo dos camaras, una Atik 314L+, y una ATK 16IC que uso para seguimiento. La 314 la monto en el refractor con una rueda de filtros con filtro claro, V y B Johnson. Y todo esto, con el programa AstroArt 4.0, los drivers, Canopus, Skymap, unos scripts que he hecho para Astroart, unos programas propios en Java de ayuda para planificar las sesiones, y algo mas que me olvido seguro, me permiten hacer astronomía algunas noches, no muchas porque me levanto temprano, y tambien algunos días. Veré si soy capaz de contar en otra parte las cosas que voy haciendo.



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